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Glaucoma, un problema de salud pública

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Es una enfermedad en la que se van perdiendo las fibras que conforman el nervio óptico, provocando cambios en el campo visual

El glaucoma puede afectar a un 5% de la población en México, donde las personas de la tercera edad y recién nacidos son los más propensos a padecerlo, señaló el coordinador de la Clínica del Glaucoma de la UANL, Alejandro Martínez López-Portillo.

En el marco del Día Mundial del Glaucoma, celebrado este fin de semana, el especialista consideró necesario emprender campañas para impedir los problemas de ceguera que trae consigo esa enfermedad.

El glaucoma es una enfermedad de los ojos en la que se van perdiendo las fibras que conforman el nervio óptico, provocando cambios en el campo visual. Las personas de la tercera edad son las más propensas a padecerla, al igual que los recién nacidos, que pudieran sufrir el problema de manera congénita, aunque existen otros factores que predisponen su aparición.

El antecedente familiar eleva la probabilidad de padecer glaucoma; si bien la raza también es importante, ya que se ha observado que en las personas de raza negra es más frecuente el glaucoma de ángulo abierto; en orientales, el de ángulo cerrado, y en los latinos se presentan casos intermedios.

Martínez López-Portillo comentó que problemas para adaptarse a la oscuridad, tropezar con frecuencia o toparse con cosas o personas de manera repentina, son algunos de los síntomas que pudieran presentarse con el glaucoma de ángulo abierto si éste se encuentra en un estado avanzado. Apuntó que generalmente no existen síntomas en las primeras etapas de la enfermedad.

“Entre la sintomatología del glaucoma de ángulo cerrado destacan los dolores oculares y observar halos alrededor de las luces, pero si el ataque del padecimiento es más agudo pueden existir dolores más fuertes y haber una disminución de la visión”, dijo.

En este orden, aunque no hay manera de evitar que el glaucoma se presente, es muy importante el diagnóstico oportuno, pues si se identifica la afección en una etapa temprana, la probabilidad de que no se pierda la visión es muy alta.

En los casos en que ya está presente la enfermedad, la línea de tratamiento es primeramente a base a gotas que se aplican directo a los ojos, y en ocasiones especiales se usan procedimientos con láser.

“Cuando estas dos alternativas no funcionan, o el paciente no es apto para seguirlas, se recurre a cirugías convencionales filtrantes o a la aplicación de dispositivos especiales”, señaló. El Departamento de Oftalmología de la UANL ha realizado estudios que concluyen que existe una incidencia de la enfermedad del 3 al 5%en la población del país, aunque muchos de ellos, por la poca atención a los síntomas, no saben que la padecen.

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