El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora asegura que la falta de protección a los rayos del Sol o la radiación Ultravioleta ha detonado un aumento de cáncer de piel en adultos jóvenes.
La dermatóloga del Hospital General de Zona (HGZ) No. 2 en Hermosillo, Emma Luz Bojórquez Gutiérrez, aclaró que la radiación de los Rayos Ultravioleta es más intensa en Sonora debido al clima desértico que predomina en la entidad, además que las superficies reflejantes como pavimento o agua de mar, aumentan la posibilidad de afectar más la piel y provocar quemaduras.
“Vemos con mayor frecuencia el cáncer de piel en personas jóvenes de 30 a 35años por el daño que hay en la capa de ozono, por la contaminación, sin embargo, habitualmente se presenta después de los 40 años, donde un factor importante es la carga genética de cada paciente y la sensibilidad de la piel”, explicó.
La especialistas recomendó la aplicación de protector solar desde la infancia, con edades desde los 6 meses de nacido, no exponerse al sol entre las 10:00 y 16:00 horas, usar ropa de color claro o ropa con protección solar, gorras o sombreros.
Bojórquez Gutiérrez aseguró que de no protegerse del sol se puede tener, a largo plazo, el riesgo de sufrir cáncer de piel, enfermedad que no se presenta de inmediato, pero genera cambios paulatinos en las células de la piel y al paso de los años puede producir diversos tumores, entre ellos el más agresivo conocido como cáncer melanoma.
Dijo que el carcinoma Espinocelular se origina en áreas expuestas al Sol en forma de mancha café, para luego transformarse en úlcera, una herida que sangra y no sana, lo que lleva a tener mayores cuidados, especialmente en personas de 35 a 40 años.
Bojórquez Gutiérrez informó que el “no melanoma”, que se da en la capa más profunda de la epidermis y se conoce como carcinoma basocelular, es el más frecuente con uno o dos casos diarios, pero detectado de forma oportuna puede ser curado y evitar lesiones en la piel.
El riesgo más simple es una quemadura solar, que a veces pueden llegar a ser intensas y ocasionar ampollas, dolor, ardor, sobre todo en pieles muy claras que tienen menos melanina y hay mayor riesgo de ese tipo de heridas.