La compañía espacial de Jeff Bezos, Blue Origin, demandó al gobierno de los Estados Unidos por otorgar a SpaceX un contrato de la NASA por 2,900 millones de dólares para fabricar el módulo de aterrizaje lunar que será parte del programa Artemis.
En el alegato presentado el viernes a la Corte de Reclamaciones Federales de Estados Unidos, la compañía se cuestiona la “evaluación ilegal e inapropiada de la NASA” de las propuestas presentadas para el programa Luna.
El mes pasado, la Oficina de Responsabilidad del Gobierno, respaldó a la NASA sobre su elección de un único proveedor para construir el módulo lunar, donde las opciones incluían a Blue Origin con una propuesta de 5,9 millones de dólares para sus sistema de aterrizaje y SpaceX, con un presupuesto de 2,9 millones de dólares, donde la segunda resultó ganadora.
Esta selección se generó porque el Congreso de los Estados Unidos solo permitió se hiciera un contrato como una forma de limitar costos, lo que desencadenó que Bezos iniciara una cruzada donde mencionaba que la licitación se tendría que haber cancelado al cambiar los términos del contrato, y también señalaba que se habían negociado injustamente los términos de la propuesta y que las opciones de Blue Origin y Dynetics no tenían las mismas oportunidades que SpaceX.
Además, la compañía de Bezos se ha dedicado a presentar los problemas, limitaciones y retos de la StarShip de Elon Musk para eventualmente aterrizar a la Luna, mientras resalta las “facilidades” de su propuesta para hacer la misma tarea de una forma más eficiente.
Si se acepta la solicitud presentada ahora por Blue Origin, el programa Artemis podría verse afectado, primero por los problemas para el desarrollo de trajes espaciales, pero ahora porque mientras no se resuelva la demanda, el contrato de SpaceX quedaría en pausa.