En pleno inicio de vacaciones de Semana Santa, diversos hechos violentos cimbraron la paz de Tulum, Quintana Roo.
Uno de los ejemplos más crueles es el homicidio de Victoria Esperanza Salazar, una mujer originaria de El Salvador que estaba en calidad de refugiada en México y vivía desde el 2018 en Quintana Roo. Tenía 36 años y tres hijos. Contaba con una visa humanitaria que le permitía estar legalmente en el país.
La tarde del sábado 27 de marzo, en el municipio Tulum, Victoria transitaba por la avenida La Selva cuando fue abordada y sometida con brutalidad por parte de cuatro policías estatales. Cuatro hombres y una mujer.
Activistas han comparado lo sucedido con el asesinato del afroestadounidense George Floyd, quien murió asfixiado por la policía de Mineápolis, Minesota, en mayo de 2020, lo que desató las históricas protestas por la justicia racial en Estados Unidos.
En las imágenes, que enseguida se difundieron en redes sociales, se observa cómo los elementos la tiraron al suelo y, como ya lo confirmó la autopsia, aplicaron exceso de fuerza injustificado sobre la víctima, quien ni siquiera opuso resistencia.
La fiscalía indicó que, de acuerdo con los resultados de la necropsia, la víctima presentaba “una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó la pérdida de la vida” la tarde del pasado sábado. Las lesiones, señala el dictamen basado en criminalística, medicina forense y al material videográfico recabado, “son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer”.
“La técnica policial de control corporal aplicada y el nivel de fuerza utilizado se realizó de manera desproporcionada, inmoderada y con un alto riesgo para la vida, ya que no fue acorde con la resistencia de la víctima lo que ocasionó una desaceleración con rotación del cuello, violándose con ello lo establecido en la Ley Nacional sobre el uso de la fuerza”, señala la Fiscalía en un comunicado de prensa.
La policía acudió el sábado ante la denuncia de los vecinos contra una mujer que estaba alterando el orden público. La redujeron brutalmente y, al ver que no reaccionaba, se llevaron el cuerpo sin intentar maniobra alguna de reanimación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó este lunes el hecho como un “brutal” asesinato. “Fue sometida por cuatro elementos, fue brutalmente tratada y asesinada. Es un hecho que nos llena de pena, de dolor y de vergüenza”, dijo.
“Decir a sus familiares, a las mujeres salvadoreñas, mexicanas, las mujeres del mundo (…) que se va a castigar a todos los responsables, ya están en proceso de ser enjuiciados y no habrá impunidad”, añadió.
El caso de Karla
Otro de los hechos indignantes en el estado de Quintana Roo, es el hallazgo del cuerpo de Karla en la paradisíaca isla de Holbox el mismo sábado por la noche. La mujer de 29 años fue cruelmente torturada y asesinada, en lo que se considera el primer feminicidio en la historia de la isla.
El cuerpo de Karla “N” fue localizado con signos de violencia y su vehículo, un carrito de golf que utilizaba como taxi, apareció este domingo flotando en el mar, rumbo a Punta Ciricote, informó la Fiscalía de Quintana Roo.
Las autoridades describieron el feminicidio como extremadamente violento, pues la víctima fue encontrada con las manos atadas y con los senos cortados, sumergida entre Punta Cocos y Punta Ciricote, una zona que supuestamente es vigilada por elementos de la Policía Quintana Roo.
De acuerdo con medios locales, Karla era madre de un menor de edad y también se dedicaba a conducir un taxi.
El domingo pasado la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo informó que ya habían detenido al presunto responsable, quien según los primeros reportes, habría asesinado a su víctima por un “problema personal”. La FGE ya inició una carpeta de investigación.
