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Las 8 drogas legales más adictivas

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Muchas de las drogas más adictivas que existen no son ilegales. No son distruidas por narcotraficantes, sino por farmacéuticas, vendidas en los mostradores de las farmacias al alcance de la mano en el pasillo de un supermercado.

 

 

El alcohol

 

El alcohol es igual de adictivo, o más, que cualquier droga ilegal. Irse de juerga regularmente puede fácilmente llevar a la adicción. Algunas personas se vuelven adictas inmediatamente, pero para la mayoría de las personas toma un buen tiempo llegar al punto de tropezar y empezar a rodar cuesta abajo. 

Si hay alcoholismo en tu familia, automáticamente te encuentras en riesgo. La adicción al alcohol es única en tanto que tiene un fuerte componente genético. Los expertos no saben aún por qué la herencia es tan importante en el alcoholismo en comparación con otras drogas, pero el vínculo es definitivo. 

 

El Tabaco

Una de las drogas legales más accesibles y adictivas es la nicotina. La mayoría de la gente se engancha con sólo fumar un par de veces. Muy pocas personas son capaces de fumar ocasionalmente sin volverse adictos. 

 

Ya sea que fumes cigarrillos, puros o masques tabaco, una vez que eres adicto a la nicotina dejarla puede volverse extremadamente difícil. A diferencia de los alcohólicos que dejan de beber de golpe, los fumadores tienen a su alcance toda una variedad de métodos que les dan la ilusión de estar dejando el hábito, pero que pocas veces funcionan. La mayoría de los exfumadores recaen. 

 

Opiáceos 

Los analgésicos opiáceos han creado una rápida catástrofe en Estados Unidos. Las prescripciones para estos analgésicos altamente adictivos, que básicamente te dan bajas dosis de heroína, han aumentado de manera impresionante desde principios de la década del 2000. 

 

Son muy buenos para tratar fuertes dolores en el corto plazo, como romperse muchos huesos en un accidente automovilístico. Al principio causan un efecto de euforia, pero si no los dejas en los primeros días la adicción se vuelve inevitable. El cuerpo se acostumbra y ansía cantidades cada vez más grandes de opiáceos para mantener su efecto. Antes de que te des cuenta, tienes que seguir tomándolos para evitar sentirte mal físicamente, lo que los hace muy difíciles de dejar.

 

Benzodiacepinas 

 

Las benzodiacepinas han sido también altamente recetadas durante los últimos años. Normalmente son utilizadas para tratar ansiedad severa y ataques de pánico, pero son tomadas muchas veces por personas que realmente no las necesitan. Su efecto puede ser similar al efecto sedante del alcohol, pero con la ansiedad y la necesidad de aumentar la dosis que provocan los opiáceos. 

 

La dependencia física es especialmente severa. Mientras que el síndrome de abstinencia de los opiáceos no amenaza tu vida, dejar las benzodiacepinas puede ser mortal. El efecto es similar a dejar el alcohol, puedes caer en estado de delirium tremens o te puede dar un paro cardiaco. 

 

Medicamentos para tratar el TDAH

 

El uso de estimulantes supuestamente utilizados para tratar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, ha crecido mucho durante la última década. Estas drogas se han vuelto un grave problema, sobre todo entre preparatorianos y universitarios, porque piensan que los ayuda a estudiar mejor. Pero incluso profesionistas que nunca han sido recetados los buscan para darle un impulso extra a sus carreras.

 

Estos medicamentos pueden causar alucinaciones y acelerar el ritmo cardiaco, y mientras más los consumas mayores son los problemas. Tomar altas dosis por largo tiempo puede provocar fuertes efectos psicológicos como paranoia, obsesividad, insomnio y arrancarse la piel. Dejarlos es menos difícil que dejar los opiáceos o el alcohol, pero el proceso hace que la gente se deprima al punto de querer suicidarse.

 

Ambien

 

El Ambien es un medicamento muy efectivo para mandarte a dormir, pero es muy fácil volverte dependiente después de algunos días de uso. Una vez que empiezas a tomarlo regularmente es casi imposible poder dormir sin tomarlo. Si lo tomas por semanas, meses o años, puedes llevar a tu cuerpo a un estado de insomnio que durará semanas. 

 

También te pondrá más ansioso durante el día y te llevará a hacer locuras cuando crees estar dormido. Vas a tener hambre y amnesia, atacarás el refrigerador a la mitad de la madrugada y, cuando veas el desastre en la mañana, te preguntarás quién lo hizo. También ha habido muchos reportes de pacientes en Ambien que se lanzan de sus autos a la mitad de la noche y despiertan en salas de emergencia sin recuerdo alguno de lo sucedido. 

 

Jarabe para la tos

 

Si tu doctor te receta algún fuerte jarabe para atacar la bronquitis, la sinusitis o la fiebre del heno, ten cuidado. Estos jarabes contienen codeína, un opiáceo al que fácilmente puedes quedar enganchado. Incluso puede llegar a ser letal si se consume en cantidades elevadas. Esta es la droga que mandó a Lil Wayne al hospital y que la policía encontró en casa de Justin Bieber. 

 

Asegúrate de no exceder las dosis recomendadas y nunca las mezcles con alcohol, pues además de codeína este jarabe contiene un fuerte antihistamínico llamado prometazina, y la mezcla codeína-prometazina-alcohol puede conducirte a un paro respiratorio. 

 

Esteroides anabólicos

 

Los esteroides anabólicos, que son variaciones sintéticas de la testosterona, son prescritos legalmente para tratar los efectos secundarios causados por bajos niveles de testosterona y para ayudar a ganar masa muscular en personas que se enfrentan a serias enfermedades como el cáncer y el SIDA. Sin embargo, son frecuentemente utilizadas por individuos sanos que quieren aumentar su volumen muscular. 

 

Y sí, son adictivos. Los esteroides no van a elevarte, pero sí se meten con la química cerebral. Usarlos continuamente puede causar cambios continuos de ánimo, irritabilidad, paranoia y agresividad. Además, dañan los riñones, el hígado y el corazón. 

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