Turistas mexicanos fueron asesinados por error luego de que la policía y el Ejército egipcio atacaran los vehículos en los que viajaban durante una persecución a yihadistas, anunció el Ministerio del Interior de ese país.
“Hasta el momento, lamentablemente se tiene confirmado el fallecimiento de dos nacionales mexicanos producto de este incidente. La Cancillería se encuentra en proceso de identificar y confirmar los nombres de los acaecidos”, señaló por su parte en un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México.
Según informes de las autoridades locales son 12 los fallecidos -entre connacionales y egipcios- y 10 los heridos, de los cuales al menos cinco son mexicanos. El gobierno egipcio reconoció que atacó por accidente cuatro vehículos donde viajaban los turistas.
La SRE informó que en el hospital Dar-el-Fouad, donde fueron trasladados los heridos, se encuentran el Embajador Jorge Álvarez Fuentes y el Cónsul, quienes reportan a los heridos estables.
En tanto, la Embajada de México en Egipto, a través de su página de Internet, alertó a los visitantes que ese país enfrenta retos para lograr estabilidad interna y regional.
México ya exigió una investigación a fondo y explicación de los hechos, así como el apoyo de las autoridades egipcias a los nacionales mexicanos que están siendo transportados a El Cairo.
En reunión de emergencia, el Presidente Enrique Peña Nieto y la Canciller Claudia Ruiz Massieu acordaron: el traslado de embajadores de países aledaños para apoyar a los heridos y sus familiares; instruyó al Embajador de México en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, que otorgará todo el apoyo a las familias de los afectados y que acelerara la repatriación de los cuerpos.
Zona restringida
El incidente se produjo cuando los autobuses ingresaron en un “área prohibida” en la zona de Wahat, en el desierto occidental de Egipto, mientras se realizaba una operación antiterrorista, precisó la autoridad.
El desierto es una zona muy apreciado por los turistas, es uno de los bastiones de grupos yihadistas. Entre ellos, la filial del grupo Estado Islámico (EI) que decapitó en agosto a un joven croata y perpetra a menudo numerosos atentados contra las fuerzas de seguridad en todo el país.
El Ministerio aseguró que ha iniciado una investigación acerca de lo sucedido y sobre la presencia de las víctimas en una zona restringida.
En esa región de Egipto se realizan viajes turísticos para visitar los oasis, aunque en los últimos años se ha limitado este itinerario por motivos de seguridad.
La cercanía con la frontera de Libia ha facilitado el tráfico de armas y las autoridades egipcias no han conseguido controlar este territorio desértico, donde se han registrado ataques contra las fuerzas de seguridad.
En julio de 2014, al menos 21 soldados murieron por un ataque de hombres armados en la zona de Wadi al Yedid, cerca del oasis de Farafra, en el desierto occidental.
Por otra parte, el grupo yihadista Wilayat Siná (Provincia del Sinaí) reivindicó el pasado mes de diciembre el asesinato de un ciudadano estadounidense, trabajador de una petrolera, secuestrado en el desierto occidental.
Las fuerzas de seguridad egipcias se enfrentan a grupos islamistas radicales, presentes sobre todo en la península del Sinaí y que han aumentado su actividad desde el golpe de Estado de julio de 2013.