Una nueva marca, Mc Café, acaba de aterrizar en las calles de París (concretamente en la Rue Rambuteau, donde abrieron el pasado 25 de agosto). Allí sirven desayunos, comidas y cenas, pero no se sirve ni una sola hamburguesa.
Como explica el diario Le Figaro, a juzgar por su interior, “nada indica que este restaurante pertenezca a la cadena estadounidense (sólo su nombre)”. Tampoco hay patatas fritas, ni nuggets de pollo, la oferta gastronómica es similar a la de cualquier otro café de esa misma rue parisina: café, té, macarons, sopas y sándwiches.
Abierto de 7.30 a 22.00, en el nuevo Mc Café además se puede comer durante todo el día pan de pasas, magdalenas o salmón. También tomar café árabe. Tiene asientos para 30 personas y emplea a otras treinta.
No es la primera vez que el gigante de la comida rápida trata de experimentar desarrollando nuevos servicios – Mc Café existe en Francia desde 2012, pero siempre se situaba dentro del propio local de Mc Donald, proponiendo una alternativa a los desayunos y a las meriendas –. Ahora, separando esta marca y haciéndola volar sola, parece que lo que intenta es innovar para atraer a nuevos clientes. ¿Estará buscando su lugar en la macrotendencia de la comida saludable?