México casi es número 1… en ser el más violento. Sólo fue superado por Siria en 2016, esto según un informe del International Institute of Strategic Studies de Londres, IISS.
Mientras Siria está controlada por el Estado Islámico y padece una guerra civil que dejó 50 mil muertos el año pasado, México registró 23 mil muertes; superó a Irak y a Afganistan, donde se contabilizaron 17 mil y 16 mil muertes respectivamente.
En todo el mundo fallecieron 157 mil personas y México concentró el 58.9% de las 39 mil que ocurrieron en América Latina.
Entrevistado por El Universal, el experto en seguridad del IISS, Antonio Sampaio, afirmó que la violencia en México es extensa, 22 de los 32 estados registraron un aumento de violencia en el 2016.
El experto lo atribuye a la adopción de tácticas militares por parte de los cárteles de la droga, principalmente agrupaciones criminales como Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.
Además de la militarización de los cárteles, hay muchas intervenciones realizadas por fuerzas policiacas y militares que se resuelven en tiroteos y duros enfrentamientos, consideró el experto.
El informe Armed conflict survey 2017 examina 36 conflictos a nivel mundial y en el apartado de México detalla que el aumento en las fatalidades se registra en las entidades disputadas por cárteles “cada vez más fragmentados”, enfrentamientos que cada vez son más crueles y feroces.
Como ejemplo señalan a Colima, Veracruz y Zacatecas, entidades que tuvieron incremento de homicidios violentos y marcados por la incursión del Cártel Jalisco Nueva Generación.
IISS considera que la situación en México es de tal gravedad que supera los muertos en Afganistán y Somalia y casi todas las muertes atribuibles a armas pequeñas, es decir, sin artillería, tanques o aviones de combate.
La respuesta gubernamental, afirma el organismo, ha carecido de creatividad e innovación y prevé que las muertes sigan en aumento mientras no se ataquen las causas estructurales como la debilidad institucional, la corrupción e ineficiencia de la policía y la clase política expuesta al soborno.
