Moody’s bajó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) de Ba2 a Ba3 con perspectiva negativa, basándose en los riesgos por los altos niveles de vencimientos de deuda y al menor flujo de efectivo operativo derivado de la expansión de su negocio de refinación, que ha generado pérdidas en los últimos años.
La calificadora indicó que estas pérdidas rondan los 17,000 millones de dólares solo entre 2018 y 2020, tendencia que se prevé se mantenga en el corto y mediano plazo.
Por otra parte, destacó que si bien el crecimiento de la producción de petróleo y gas ha estado por debajo de los objetivos, reconoció que la petrolera que dirige Octavio Romero, ha logrado revertir la caída de la producción y de las reservas en los últimos dos años.
“Sin embargo, Moody’s espera que la generación de flujo de efectivo y los indicadores crediticios de Pemex tendrán un deterioro aún mayor en los próximos tres años a medida que la compañía aumenta la producción de combustible, al tiempo que enfrenta una capacidad limitada de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y volatilidad en los precios del petróleo y el combustible”, informó.
También hizo referencia a la gran dependencia del gobierno federal, el cual seguirá financiando las necesidades de efectivo de Pemex.
La calificadora de riesgo informó también que espera que el PIB de México aumente 5.6% en 2021 y 2.9% en 2022, impulsado en parte por un crecimiento más rápido en su principal socio comercial, Estados Unidos.
A pesar de una amplia recuperación económica, dijo que los salarios reales en México ajustados a la inflación se están contrayendo y que si este declive continúa las perspectivas para el consumo se oscurecerán.
