El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó su pronóstico de crecimiento para México en siete décimas de punto y dejó su expectativa en 0.9 por ciento, lo cual de resultar certero, el PIB mexicano registrará la menor expansión económica en nueve años.
De acuerdo con la actualización de expectativas mundiales del FMI, este diagnóstico incorpora el impacto de “la incertidumbre en torno a las políticas públicas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos del endeudamiento que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de la calificación soberana”.
Este escenario resulta de una inversión que sigue siendo débil; y del consumo privado que desacelera, sentenciaron los expertos de la institución dirigidos por Gita Gopinath, Consejera Económica del organismo.
Esta tasa de crecimiento estimada por el FMI en 0.9%; es inferior al 1.6% que previeron ellos mismos en abril; queda muy lejos del 2.1% estimado en enero y deja detrás el punto medio del rango estimado y revisado de crecimiento de la Secretaría de Hacienda.
Para el año entrante, el segundo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anticipan un avance de 1.9%, tasa similar a la prevista en abril que sin embargo, está debajo del 2.2% previsto también en enero.
Comercio, otro riesgo
En el documento explican que las medidas de política tanto en el plano multilateral como nacional son cruciales para afianzar el crecimiento.
“Las necesidades apremiantes consisten en reducir las tensiones comerciales y tecnológicas y despejar sin demora la incertidumbre en torno a los acuerdos comerciales (entre ellos el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea así como la zona de libre comercio conformada por Canadá, México y Estados Unidos”.
Y precisa que “los países no deben recurrir a los aranceles para influir en la balanza comercial bilateral ni como reemplazo del diálogo con el fin de presionar a otros a efectuar reformas”.
Luego, refieren que en mayo se amplió el alcance de las tensiones “ante la amenaza de Estados Unidos de aplicar aranceles a las importaciones de México si éste país no adopta medidas para frenar las migraciones transfronterizas”.
Enfatizan también que “si bien las tensiones se atenuaron en junio, el logro de acuerdos duraderos que resuelvan las diferencias sigue dependiendo de negociaciones que podrían ser prolongadas y complejas”.