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Operaba banda de delincuentes cibernéticos de Sonora en Arizona

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Cuatro mexicanos se asociaron con piratas informáticos rusos para falsificar miles de tarjetas de crédito y gastar más de 400 mil dólares en compras fraudulentas en Tucson y en Arizona, de acuerdo con documentos judiciales federales, dados a conocer por el diario The Arizona Daily Star.

Según los papeles ante la Corte Federal, la conspiración incluyó a unas 25 personas. La acusación señala a cuatro acusados con nombres, todos los cuales se declararon culpables en una Corte Federal en Tucson de conspiración para cometer fraude bancario y robo de identidad agravado.

Los nombres de otros dos de los acusados fueron tachados en los documentos judiciales. Las tarjetas de crédito se utilizaron para comprar teléfonos iPhones, ropa de diseño, electrónica, tarjetas de regalo y otros artículos, que luego se vendieron con fines de lucro en México.

La acusación señala que los conspiradores habían fabricado unas cinco mil 800 tarjetas de crédito falsificadas, de mas de 300 instituciones financieras, en el momento en que el fraude fue descubierto.

La mayoría de los cientos de compras fraudulentas ocurrieron entre 2013 y 2015 y fueron en el rango de entre 500 y tres mil 500 dólares cada vez, precisó la acusación.

El grupo utilizó información de tarjetas de crédito robadas enviadas por correo electrónico de Rusia, Ucrania y Tayikistán a Hermosillo, en el estado mexicano de Sonora, y luego a Tucson, donde era impresa en tarjetas falsificadas en un apartamento del norte de la ciudad, según los documentos ante la Corte Federal.

Jorge Williams Araiza, de 28 años, fue sentenciado el 12 de septiembre pasado a tres años de prisión. Javier Ramírez Villegas, de 36 años, fue condenado el pasado 23 de agosto a cuatro años de prisión.

Ambos hombres fueron acusados ​​de ser los “compradores” que usaron las tarjetas de crédito falsas en tiendas minoristas en Tucson y el área de Phoenix, según los registros judiciales.

Un tercer acusado identificado como Anwar Barragán Flores, es a quien los procuradores federales consideran como el líder de la estafa, al haber enviado las transferencias de dinero a las personas en Ucrania y Tayikistán para pagar por la información de tarjetas de crédito robadas.

Barragán Flores y Rey Martínez López, acusado de imprimir y distribuir las tarjetas falsificadas, se declararon culpables en noviembre de 2016.

La sentencia de Martínez está programada para la primera semana de noviembre y Barragán será condenado el próximo 29 de septiembre. Martínez se enfrenta a una pena de hasta ocho años en prisión y Barragán enfrenta entre seis y 12 años de prisión.

De acuerdo con las autoridades federales, Barragán supervisaba cada detalle de la estafa, como la compra de la información de la cuenta robada, cuántas tarjetas de crédito se debían hacer, dónde comprar, qué comprar y las fechas de los viajes a Arizona.

Barragán usó aplicaciones de correo electrónico y mensajería instantánea como WhatsApp, para delinear los horarios, lugares y métodos específicos de las excursiones de compras.

En una cadena de mensajes de junio de 2014, Barragán ordenó a los “compradores” que fueran precavidos y se aseguraran de que no fueran seguidos por agentes de policía mientras dejaban una tienda en Glendale un suburbio de Phoenix.

Durante la conspiración, Barragán poseía varias casas de empeño y préstamo, así como las empresas Victory Rent-A-Car, en Hermosillo y Nogales, Sonora.

Barragán frecuentemente permitió a sus “compradores” conducir los automóviles de alquiler de su compañía en Estados Unidos para hacer compras, según los documentos ante la Corte.

En febrero de 2014, Williams y un co-conspirador no acusado, fueron detenidos brevemente mientras trataban de entrar a Estados Unidos a través de un puerto de entrada de Nogales, pero fueron dejados en libertad en la zona de espera, cuando los agentes de aduanas no encontraron contrabando en su automóvil.

Más tarde ese día, agentes de la División de Investigaciones de Seguridad Nacional de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) recibieron un informe confidencial y encontraron 105 tarjetas de crédito falsas en una papelera en la zona de espera del puerto, según muestran los registros judiciales.

Barragán fue arrestado en febrero de 2016, cuando intentaba regresar a México de unas vacaciones familiares en California. Después de buscar en su automóvil en el puerto de entrada en el centro de Nogales, los agentes de aduanas encontraron más tarjetas de crédito fraudulentas bajo el asiento del conductor y en el bolso de su esposa.

Semanas después, Barragán llamó a su esposa del centro de detención y le dijo que borrara sus cuentas de teléfono y de computadora, dijeron los procuradores federales en los documentos judiciales.

También le dijo a uno de sus empleados que borrara todos los archivos de su computadora portátil. La cuenta de correo electrónico utilizada en la conspiración fue eliminada cuatro días después de su detención de una computadora en Hermosillo, Sonora.

El abogado defensor de Barragán, Jesús Romo Vejar, argumentó que Barragán nunca fue dueño del dispositivo de tarjetas de crédito ni instruyó a su esposa a eliminar cualquier información relacionada con la investigación. También afirmó que Barragán no reclutó a Martínez, Williams y Ramírez.

A todos los hombres de la conspiración se les ordenó devolver los 413 mil dólares que obtuvieron en beneficio de la reventa de las mercancías en México. Romo argumentó que la cantidad de dinero que los acusados deben es mucho menor que las reclamaciones del gobierno, no más de 130 mil.

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