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Parricidio de Serment fue para cobrar seguros de vida

 

Juan Benjamín, o Bengi, como le decían sus padres, los cineastas León Serment y Adriana Rosique, víctimas de parridicio, consumía pastillas sicotrópicas y las autoridades señalan que el móvil del asesinato era el cobro de seguros de vida.

El hijo y la novia pretendían cobrarlos y para lograrlo planearon el asesinato de León por dos meses. Ofrecieron cien mil pesos a los sicarios por cada una de las personas que matarían.

Trascendió también que Pamela S., novia de Bengi, no se llevaba bien con sus suegros, especialmente con Adriana, con quien tenía roces constantes.

“La novia era muy agresiva con los padres y, lamentablemente, él era muy influenciable. Desde chico ha estado en tratamiento sicológico, y en la adolescencia comenzó a consumir drogas, lo que lo hacía intestable”, explicó un amigo cercano a los cineastas.

La joven vivía en el mismo edificio que León Serment, en la colonia Merced Gómez, en Álvaro Obregón, y ahí conoció a Bengi. La fuente precisó que el presunto autor intelectual del parricidio no tenía trabajo y era mantenido por sus padres, aunque éstos estaban separados.

El pasado viernes se informó de la detención de Juan Benjamín Serment Rosique y su novia, Pamela S., ambos de 21 años, acusados de haber planeado y pagado 200 mil pesos por el doble asesinato.

También fueron capturados Alejandro D. y Sarahí N. quienes se presume que ejecutaron los homicidios, el 27 de agosto y el 19 de septiembre, respectivamente, agregó la  Procuraduría capitalina.

En el homicidio de León Serment se hizo creer que ocurrió derivado de un asalto afuera de su casa, lo cual ya quedó descartado por la PGJ.

En tanto, el pasado 19 de septiembre se informó que Adriana Rosique se había suicidado, pero las autoridades comprobaron que la asesinaron los mismos sujetos que mataron a su esposo.

El procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, explicó  el pasado viernes que Benjamín junto con Pamela fueron descubiertos en sus mentiras al caer en contradicciones.

Según pudo saber este diario, varios detalles pusieron en alerta a los investigadores.

Después de la muerte de su esposo, Adriana Rosique dijo al Ministerio Público que “era inusual que su hijo visitara al padre” y que se mostrara efusivo con ella. Cuando Rosique murió, Benjamín y Pamela aseguraron al MP que ellos no estaban en casa de ella porque habían ido a un hospital, lo cual fue falso.

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