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Por mil dólares, este coach te mira tener sexo para después aconsejar cómo mejorarlo

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Kenneth Play es un coach sexual fuera de lo común: va a las casas de las parejas, las observa tener sexo y al final ofrece una serie de consejos para maximizar su vida sexual.

Desarrollamos cosas que vamos a intentar en la primera sesión de juego. En esa primera parte, hago mucho trabajo de aprendizaje. Ellos lo intentan y lo llevan a la práctica en vivo bajo mi supervisión. Me enfoco en la energía y técnica de ambos”, explica Play, quien antes ejerció como entrenador atlético profesional, al diario británico The Independent.

El ‘laboratorio de juego privado’ de Play, ubicado en Nueva York, comenzó a funcionar hace un par de años y desde entonces ha asesorado a más de 50 parejas en todo el mundo.

La idea de ofrecer una asesoría personalizada le surgió luego de limitarse a eventos swingers y orgías.

Afirma que sus consultorías eróticas ayudan a la gente a ganar confianza sexual, experiencia, más placer y a cultivar una mayor intimidad, todo en un tiempo récord.

“Mi entrenamiento básicamente trata de permitir a las parejas intentar algo diferente”, comenta.

Play explica que sus sesiones comienzan con una charla ‘cara a cara’ en la que la pareja habla sobre su vida sexual y los problemas que cree tener.

Posteriormente es hora de pasar al dormitorio, donde de las palabras pasan a la acción y la práctica de sus consejos.

La sesión se divide en dos partes de una hora cada una.

En la primera, la pareja muestra sus dotes amatorias a Play, quien, luego del episodio sexal, ofrece un balance sobre lo que él considera importante.

En la segunda, los amantes vuelven al lecho para poner en práctica las observaciones del coach.

Al final Play indaga a la pareja y despeja cualquier duda que haya quedado sin responder.

Para este asesor sexual, la clave está en la comunicación.

Muchas parejas no saben cómo comunicarse entre sí. No tienen el lenguaje, la habilidad o práctica para hacerlo. El reto de intentar cosas nuevas resulta mucho mayor. Mi experiencia llena los espacios en blanco entre ellos”, dice.

Play reconoce que, a pesar de su experiencia como entrenador sexual, suele sentirse como un intruso durante las sesiones amatorias.

“Como coach, se supone que yo estoy para apoyarlos a superar los problemas. Mi intención es que yo esté ahí cuando las cosas se vuelven incómodas. Si no interrupo los malos hábitos, no estoy haciendo mi trabajo”, comenta.

A pesar del pudor inicial, este coach del amor se dice complacido de haber podido ayudar a personas que nunca en su vida habían experimentado un orgasmo o cuya vida sexual se había convertido en rutina.

Para los desafortunados que no contamos con mil dólares para gastar en una asesoría erótica ni vivimos en Nueva York, Play tiene un consejo:

“Cuando estoy con una pareja, siempre les digo que hay tres sexualidades involucradas en su relación: las dos individuales y otra que surge de ambos. Nunca debes olvidar tu propia sexualidad y debes fusionarte en la tercera. Es muy importante ser auténtico con tus propias necesidades tanto como las que tú requieres como una pareja.

“También suelo decirles que cada uno somos responsable de nuestro propio placer sexual y estimulación. Dejarlo en manos de tu pareja termina por arruinarlo todo”, aconseja.

Si estás interesado en una sesión, aquí está su página oficial.

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