El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, descartó que haya que preocuparse ante una inminente quinta ola de covid-19 en el país, pues gracias a la vacunación la gravedad de la enfermedad no es alta y menos aún la hospitalización.
En la conferencia presidencial de esta mañana, el funcionario dijo que como muchas otras enfermedades que se transmiten vía respiratoria y de causa viral, el covid-19 “se va a quedar para siempre”.
Pero éste transitará en México y el mundo de un padecimiento de alto daño, alta virulencia y de alta capacidad de causar enfermedad grave o muerte; a una con poca capacidad de causar un daño de consideración y mayor transmisibilidad.
“Empezará a haber oleadas que cada vez empezarán a estar en fase estacional, lo más probable entre octubre y marzo, y en uno o dos años tendremos cierta regularidad de esa presentación estacional, ese marco es hipotético, no hay manera de tener predicción exacta sobre qué fecha empezará a ser estacional”, indicó el subsecretario.
Lo anterior lo aclaró López-Gatell tras una pregunta ante la preocupación que se dio luego que ayer la Secretaría de Salud federal anunció que debido al incremento de los casos (18 mil en una semana), desde hoy el reporte técnico sobre la situación de la enfermedad en el país se hará de nuevo diario, y es que en las últimos meses el informe se difundía semanalmente.
Destacó que la diferencia entre la gravedad de la enfermedad y las altas tasas de mortalidad que causó en su primera etapa, se transformó gracias a las vacunas.
“La pandemia tuvo dos grandes etapas, independientemente de las cuatro olas, la previa a vacunas y la posterior a ellas. El impacto de la enfermedad cambió radicalmente con las vacunas. Las primeras dos olas y una parte de la tercera tuvieron un impacto importante en producir no sólo enfermos, sino personas gravemente enfermas que acababan en el hospital y lamentables defunciones; (mientras) en la cuarta ola, no sólo en México sino el mundo, en la temporada de la variante Omicrón, ya había coberturas de vacunación no en todos los países, pero sí algunos, tan altas, como la que hemos alcanzando en México con más de 92 por ciento en la población adulta y de 87 por ciento si consideramos a toda la población vacunada”.
Lo anterior, señaló, produjo como consecuencia una gran cantidad de casos, debido a que la variante Omicrón es más transmisible, pero con proporciones bajas de hospitalizaciones y más pequeña aún de pérdida de vidas a causa de la enfermedad.
“La gran diferencia la hace la vacunación y la variante, en este caso Omicrón”. Por ello, recomendó que quienes aún no completan el esquema de inmunización, que así lo hagan.
También se refirió al proceso de adquisición de biológicos para vacunar a lo niños de entre cinco y once años de edad. En el caso de Pfizer, dijo, ya se tienen conversaciones para definir las condiciones de entrega y la cantidad que la empresa podría abastecer.
Mientras en para la vacuna cubana Abdala, destacó que el proceso para la compra está en el análisis del expediente técnico en la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios, para tener toda la evidencia técnica, de calidad y eficacia de ese antídoto.
Subrayó que no hay duda de la calidad ni de la seguridad de la vacuna cubana, la cual está “muy probada” por las autoridades sanitarias y científicas de aquel país, a través de la plataforma tecnológica que la isla usa para la revisión de sus vacunas desde hace 30 años, “que es de las mejores del mundo y que Cuba ha desarrolado y que ha permitido altas eficacias pero sobre todo margen de seguridad muy alto”.
Para completar esa fase, dijo, sólo falta completar información y tener “piezas adicionales” que tendrá que aportar el gobierno cubano, pues la forma de presentación no había sido clara o directa, estamos en ese proceso y cuando concluya seguirá el avance en la negociación para adquirirla”.