El ransomware WannaCry reapareció y una planta de la automotriz Honda, así como a semáforos y radares de velocidad en Australia son sus más recientes víctimas. Esto a un mes del ataque global que afectó el funcionamiento de empresas y organizaciones de más de un centenar de países.
De acuerdo con Reuters, la automovilística Honda se vio obligada el lunes a interrumpir la actividad en su planta de Sayama, situada al noroeste de la capital Tokio, durante un día por la acción de este virus.
WannaCry infecta un ordenador y cifra sus ficheros, para posteriormente “secuestrarlo” y pedir un rescate, generalmente en la moneda virtual bitcoin, para liberar esa información.
La fabricante automotriz detectó el domingo pasado que el virus afectó su red en Japón, Norteamérica, Europa y China, entre otras regiones, a pesar de los esfuerzos en ciberseguridad, por lo que tuvo que frenar la operación de esa planta, que es donde se fabrican modelos como el Accord Sedán, el Odyssey Minivan y el StepWGN compacto, y se producen cerca de mil vehículos diarios.
Asimismo confirmó que la planta ya se encuentra a pleno rendimiento desde este martes y que las demás fábricas de la compañía no se han visto afectadas.
Por su parte, a través de un mensaje en su página web, el Minister and Road Safety Camera Commissioner de Australia mencionó que hasta 55 cámaras estarían afectadas, al igual que algunos semáforos. De acuerdo con los medios locales, se habría colocado un parche de seguridad para que el ransomware no salga de esa organización y ya se trabaja en la solución.
Honda se une así a la lista de empresas del sector que se han visto afectadas por la actividad de Wanna Cry, como Renault y Nissan, que también se vieron obligadas a interrumpir su actividad de producción de vehículos en plantas de Japón, Reino Unido, Francia, Rumanía y la India.