WASHINGTON.- Una fuerte tormenta que amenaza el noreste de Estados Unidos ya está descargando nieve en Virginia, Tennessee y otros estados del sur. Millones de personas se preparan para padecer caminos cubiertos de hielo, posibles cortes de electricidad y otras circunstancias peligrosas.
La caída de nieve de 2,5 a 4,5 centímetros por hora podría durar 24 horas o más en algunas zonas, dijo el meteorólogo Paul Kocin, del Servicio Meteorológico Nacional. Eso significa que habrá más de 60 centímetros en Washington, 30 a 40 en Filadelfia y 20 a 30 en Nueva York.
Kocin comparó la tormenta con el “Armagedón de Nieve” (“Snowmageddon”), la primera de dos tormentas que arrasaron Washington en 2010 y dejaron 80 centímetros de nieve en algunos lugares, pero dijo que el hecho de que se produzca en un fin de semana y con tantas advertencias podría reducir las víctimas y daños.
Las condiciones de las rutas se deterioraban en Virginia el viernes cuando la tormenta se desplazaba hacia el norte.
En las montañas de Craigsville, West Virginia, la gente compraba los consabidos calentadores a querosén y tanques de propano, y un artículo nuevo: un rastrillo para retirar nieve del techo.
A medida que desaparecían alimentos y provisiones de las estanterías, cinco estados y la capital declararon el estado de emergencia con anticipación. Cerraron escuelas y oficinas públicas, se cancelaron miles de vuelos. Se aplazaron partidos de básquet universitario y conciertos.
La nevada, que se pronostica continuará hasta el domingo, podría causar más de 1.000 millones de dólares en daños y paralizar el tercio atlántico de la nación, dijo el director del servicio meteorológico, Louis Uccellini.
“Podría convertirse en una tormenta extremadamente peligrosa que afectaría a más de 50 millones de personas”, dijo Uccellini en el centro de pronósticos en College Park, Maryland.
Se han reunido todos los factores para generar una tormenta con vientos brutales, peligrosas inundaciones costeras, cero visibilidad e incluso la posibilidad de tormentas eléctricas.
Washington parece ser el blanco de la tormenta, dijo Uccellini. El vocero presidencial Josh Earnest, dijo que el presidente Barack Obama permanecerá encerrado en la Casa Blanca.
Nueva York, en el borde norte de la tormenta, tendrá probablemente una fuerte acumulación de nieve, mientras que Boston esta vez tendrá pocos problemas.
Desgraciadamente, lo que viene es algo más que nieve. Uccellini dijo que no será tan grave como la supertormenta Sandy, pero que habrá vientos fuertes e inundaciones costeras de Delaware a Nueva York.