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Se provoca fractura, ¡por sonarse la nariz muy fuerte!

fractura

Por haberse sonado la nariz demasiado fuerte, una mujer terminó en urgencias con el rosyto fracturado.

El caso apareció publicado hace unas semanas en BMJ Case Report y, básicamente, hablaba de una mujer de 36 años del Reino Unido que se había sonado por encima de cualquier umbral del dolor conocido.

Al parecer, la chica estaba en su trabajo cuando se sonó la nariz, pero la fuerza con la que realizó tal actividad le provocó un enfisema orbital, una afección en la que se inyecta aire en los espacios de los tejidos blandos y queda atrapado. La órbita se refiere al agujero en el cráneo que abarca el ojo.

Inmediatamente después de sonarse la nariz, la chica perdió temporalmente la visión en ambos ojos. Luego, un par de horas después, el ojo izquierdo empezó a hincharse y comenzó a sangrar por la fosa nasal izquierda, todo ello seguido de un dolor extremo en el lado izquierdo de la cabeza y el cuello. En el hospital la mujer se sometió a una tomografía que mostró una fractura en el ojo izquierdo. También mostró que el hueso que rodeaba el ojo se había roto.

Lo cierto es que las fracturas orbitales por un estallido casi siempre son provocadas por un traumatismo agudo. El hueso, conocido como lámina papirácea, es muy delgado. Por tanto, las lesiones traumáticas con fuerza contundente, como un golpe en la cara con una pelota o recibir un puñetazo, pueden causar fácilmente hematomas o hinchazón alrededor del ojo. Según el doctor Sam Myers, el autor principal del estudio que trató a la mujer:

Nunca antes había escuchado nada parecido de alguien que se había sonado la nariz. Todo el mundo se suena la nariz. No piensas que pueda provocar la pérdida de visión o un hueso roto. Es posible que la paciente tenga una predisposición o un debilitamiento en el área del esqueleto alrededor del ojo, ya que los casos no traumáticos como este son raros.

Según los médicos, la fractura fue una rotura limpia y relativamente fácil de tratar. Le prescribieron analgésicos y no necesitaron cirugía, ya que la mayoría de los casos se resuelven solos con el paso de los días.

Por cierto, aunque el propio Myers dejó claro que la nariz no debería ser un riesgo para un posible enfisema orbital, sí declaró que el caso debería ponernos en alerta, “desde que la atendí me he sonado la nariz de forma más suave”. [LiveScience, TIME]

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