Como se esperaba, esta semana la planta Ford de Hermosillo, junto con las de Cuautitlán y Louisville, detendrán temporalmente la producción.
Esta suspensión de labores está calendarizada para adaptar su producción a la demanda, según dijo la vocera de la armadora estadounidense, Kelly Felker.
La semana del 17 de octubre la planta de Louisville, en Estados Unidos y la de Hermosillo y Cuautitlán en México no tendrán operaciones. Mientras que en la semana del 24 de octubre será la planta de ensamblaje de Kansas City la que detendrá la producción.
En la semana del 31 de octubre la planta de Louisville nuevamente detendrá operaciones.
Felker no pudo confirmar la información que circula en medios sobre los despidos que implicarán los cortes temporales.
Ford opera tres plantas en México: una en Hermosillo, donde ensambla los modelos Ford Fusion y Lincoln MKZ, otra en Cuautitlán, donde hace el modelo Fiesta, y una más en Chihuahua, donde fabrica motores.
Ventas a la baja
La estructura productiva de Ford en México —que suma 433,752 unidades al año y más de 600,000 motores— es la cuarta más grande que tiene la compañía en el mundo, después de las operaciones de Estados Unidos, China y Alemania.
La semana pasada Ford suspendió temporalemente la producción del deportivo Mustang para reducir su inventario en los concesionarios estadounidenses, tras la fuerte caída de las ventas en septiembre.
La estadounidense indicó que las ventas del Ford Mustang cayeron 32% en septiembre y se situaron en 6,429 unidades.
En lo que va de año, las ventas del Mustang, uno de los vehículos icónicos del fabricante, han disminuido 9.3%.
Las ganancias netas de Ford se redujeron 8.7% en el segundo trimestre de este año a 1,972 millones de dólares.
El empeoramiento fue resultado de la estabilización de las ventas en Estados Unidos, el principal mercado de la compañía, y los malos resultados en China.
Los beneficios netos antes de impuestos ascendieron a 2,875 millones de dólares, 12.5 % menos que en el mismo periodo de 2015.