Sonora se encuentra entre las cinco entidades con más alto porcentaje de policías que, a pesar de reprobar las pruebas de control de confianza y no cumplir con los requisitos legales, siguen en funciones y, por supuesto, armados, con todos los riesgos que esto conlleva.
Los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) correspondientes al mes de enero de este año revelan que en varios estados la proporción de agentes reprobados va de 30 hasta 50%. Además en el país hay más de 30 mil elementos cuyas pruebas ya caducaron y no han sido reevaluados.
Los cuatro ámbitos calificados en el análisis son: Seguridad Pública Estatal; Prevención y Readaptación Social; Procuración de Justicia y Seguridad Pública Municipal.
El caso más crítico es Sinaloa, con el 51% de su personal reprobado; después siguen Baja California Sur (38%), Nayarit (28%), y el top 5 lo completan Michoacán y Sonora (24%).
En un comparativo entre los datos de noviembre de 2015 con los presentados el 31 de enero de 2017 los porcentajes de reprobados en Sonora han disminuido un 4% en general, pero siguen siendo demasiado personal que ya debería haber sido dado de baja.
(Aquí puede consultar el Informe completo de Evaluación de Confianza para todas las entidades del país) Los datos son hasta enero del 2017.
Como se puede observar, hay una gran área de oportunidad en todas las ámbitos de la Seguridad Pública en Sonora, pues en cifras netas hay 140 policías estatales y 902 municipales activos que no deberían andar en las calles.
“Lo que existe aquí es una simulación. Si tú tienes policías reprobados en tus filas, abres una puerta a la corrupción enorme porque además los jefes pueden extorsionarlos para que hagan cosas a cambio de no correrlos”, dijo María Elena Morera, presidenta de la organización civil especializada en temas de desarrollo policial Causa en Común.
En caso de que un policía no supere estas pruebas la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que debe ser dado de baja de forma inmediata, sin embargo, esto no ha ocurrido en varios estados y en algunos la situación es muy crítica.
La situación nacional
De acuerdo con la información oficial, en noviembre de 2015 había en el país un total de 123 mil 333 policías estatales en activo, de los cuales ocho mil 852 no deberían estarlo ya que no superaron las pruebas de control de confianza y por tanto, no tienen el certificado que exige la ley para desempeñarse como uniformados. Se trataba en ese momento del 7.1% de toda la fuerza de seguridad estatal.
Un año después, en noviembre de 2016, esta cantidad se ha incrementado. El total de policías estatales en activo reprobados es de nueve mil 265 que equivalen al 7.6% de la fuerza policial.
A nivel de policía municipal la situación es aún más crítica. En noviembre de 2015 en el país había desplegados 132 mil 691 agentes municipales de los cuales 14 mil 836 son policías reprobados. Esto ya significaba en ese momento, que al menos 1 de cada 10 policías municipales en México no está calificado para serlo.
Pero para noviembre de 2016 esta proporción creció superando los 15 mil policías municipales reprobados que equivalen ya al 12% de toda esta fuerza de seguridad pública municipal en el país. Los policías municipales son los agentes que tienen mayor contacto con los ciudadanos.
A lo anterior se suma el hecho de que hay otros 15 mil 760 policías municipales y 15 mil 695 estatales que tampoco se sabe si son confiables pues venció el periodo legal de su certificado para desempeñarse como tales, que es de tres años, y por ley deberían ser reevaluados lo que hasta ahora no ha ocurrido.
“Hay estados donde si tu sumas los policías reprobados con los que están pendientes de renovar su control de confianza el número que te da es altísimo. Por ejemplo en Michoacán el 30% de policías no están aprobados pero además hay un 49% que no han renovado sus pruebas. Entonces tenemos que casi el 80% de los policías en Michoacán en realidad no deberían estar trabajando. Es una simulación de la autoridad”, explicó Morera.balance noviembre 2015 balance noviembre 2016
La depuración de las corporaciones de policía del país es una tarea pendiente desde el 2008, cuando se plantearon las reformas constitucionales y se estableció por ley que todo agente de seguridad pública debe superar una batería de pruebas de control de confianza para obtener su certificado.
María Elena Morera advirtió que mientras no se atienda de fondo el problema de la certificación y profesionalización de las corporaciones de policía el problema de la seguridad no se va a resolver en el país y los militares continuarán en las calles.
De acuerdo con Morera es necesario que se establezca en el país un proceso de certificación institucional para la policía, es decir que no solo se revise a los policías en particular sino a las instituciones en su conjunto,
“Urge una certificación institucional, es decir, que se certifique si la dependencia también es confiable para los policías y los mexicanos porque si la institución no da chalecos a los elementos, no da una profesionalización y una carrera policial bueno entonces la institución tampoco es confiable y muchas veces el desempeño del policía depende de eso”, dijo.
Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) revelan que en 15 estados del país ha crecido el número de agentes que, aunque reprobaron las pruebas de control de confianza y no cumplen con los requisitos legales para ser policías, siguen uniformados y armados.
Los informes oficiales a los que tuvo acceso Animal Político revelan que hay estados en donde la proporción de agentes reprobados va de 30 hasta 50%. Además en el país hay más de 30 mil elementos cuyas pruebas ya caducaron y no han sido reevaluados.
“Lo que existe aquí es una simulación. Si tú tienes policías reprobados en tus filas como en Sinaloa, Michoacán o Veracruz solo por decir los casos más graves, abres una puerta a la corrupción enorme porque además los jefes pueden extorsionarlos para que hagan cosas a cambio de no correrlos”, dijo María Elena Morera, presidenta de la organización civil especializada en temas de desarrollo policial Causa en Común.
De acuerdo con la información oficial, en noviembre de 2015 había en el país un total de 123 mil 333 policías estatales en activo, de los cuales ocho mil 852 no deberían estarlo ya que no superaron las pruebas de control de confianza y por tanto, no tienen el certificado que exige la ley para desempeñarse como uniformados. Se trataba en ese momento del 7.1% de toda la fuerza de seguridad estatal.
Un año después, en noviembre de 2016, esta cantidad se ha incrementado. El total de policías estatales en activo reprobados es de nueve mil 265 que equivalen al 7.6% de la fuerza policial.
A nivel de policía municipal la situación es aún más crítica. En noviembre de 2015 en el país había desplegados 132 mil 691 agentes municipales de los cuales 14 mil 836 son policías reprobados. Esto ya significaba en ese momento, que al menos 1 de cada 10 policías municipales en México no está calificado para serlo.
Pero para noviembre de 2016 esta proporción creció superando los 15 mil policías municipales reprobados que equivalen ya al 12% de toda esta fuerza de seguridad pública municipal en el país. Los policías municipales son los agentes que tienen mayor contacto con los ciudadanos.
A lo anterior se suma el hecho de que hay otros 15 mil 760 policías municipales y 15 mil 695 estatales que tampoco se sabe si son confiables pues venció el periodo legal de su certificado para desempeñarse como tales, que es de tres años, y por ley deberían ser reevaluados lo que hasta ahora no ha ocurrido.
“Hay estados donde si tu sumas los policías reprobados con los que están pendientes de renovar su control de confianza el número que te da es altísimo. Por ejemplo en Michoacán el 30% de policías no están aprobados pero además hay un 49% que no han renovado sus pruebas. Entonces tenemos que casi el 80% de los policías en Michoacán en realidad no deberían estar trabajando. Es una simulación de la autoridad”, explicó Morera.balance noviembre 2015 balance noviembre 2016
La depuración de las corporaciones de policía del país es una tarea pendiente desde el 2008, cuando se plantearon las reformas constitucionales y se estableció por ley que todo agente de seguridad pública debe superar una batería de pruebas de control de confianza para obtener su certificado.
En caso de que un policía no supere estas pruebas la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que debe ser dado de baja de forma inmediata, sin embargo, esto no ha ocurrido en varios estados y en algunos la situación es crítica.
¿Enemigo en casa?
De las 32 entidades federativas del país, Sinaloa tiene la mayor proporción de policías estatales y municipales que no son confiables. Incluso, en el caso de los agentes municipales, son minoría los que están certificados para serlo.
De acuerdo con los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública en noviembre del 2015 había en dicha entidad mil 791 policías municipales reprobados en los exámenes, que equivalían al 37% de todos los agentes desplegados. Un año después esa cifra no solo se mantuvo, sino que se disparó a 2 mil 501 policías municipales que no son confiables y que ya equivalen al 52% de todos los que hay en la entidad.
Esto significa que en promedio, uno de cada dos policías municipales en Sinaloa no es un elemento de seguridad confiable de acuerdo con lo que marca la ley.
A nivel de policía estatal Sinaloa contaba en noviembre de 2015 con 464 agentes reprobados que representaban el 29% de la Secretaria de Seguridad Pública del estado. En el último año dicha cifra ya subió a 633 elementos que equivalen al 40% de toda la policía estatal.
En el tema de las corporaciones de seguridad pública municipales, en la mayoría de las entidades que ya registraban de por si un numero alto de elementos en activo reprobados, la situación empeoró en el último año.
Por ejemplo en Nayarit la cifra pasó de 37 a 42% de los policías municipales reprobados; en Baja California Sur creció de 37 hasta 42% de todos los agentes de seguridad municipal que no son confiables, y en Guerrero se elevó de 29 a 31%.
En total hay 15 estados del país que registran un crecimiento en su promedio de policías municipales en activo que están reprobados y por tanto no están certificados.
Respecto a las secretarías de seguridad pública estatales, luego de Sinaloa se encuentra Michoacán con la mayor proporción de policías reprobados con un 29%. Se trata del mismo porcentaje que hace un año por lo que el avance en la depuración es nulo.
Luego se encuentra Veracruz, Baja California Sur y Nayarit con una proporción de entre 20 y 30% de policías estatales no confiables. La noticia positiva es que en las tres entidades el porcentaje se redujo en el último año.
Hay otras entidades donde la situación ha empeorado de forma significativa en el último año. El caso más llamativo es el de Nuevo León que pasó de 48 policías estatales reprobados en noviembre de 2015 a casi 270 elementos en noviembre de 2016. Equivale a un crecimiento del 1 al 5% en la proporción de agentes no confiables.
En el balance nacional, en 15 de las 32 entidades federativas del país ha crecido el número de policías estatales no confiables en activo.
En el caso de la Ciudad de México, si bien se encuentra entre las entidades con el menor porcentaje de policías locales no aptos (hay una sola corporación unificada de seguridad), el balance también ha crecido de forma considerable.
En noviembre de 2015 la capital del país tenía a 377 elementos reprobados aun en activo que equivalían apenas al 1.03% de toda la Secretaría de Seguridad Pública. En noviembre de 2016 esa cifra se ha duplicado y ya llega a 853 elementos no confiables, lo que equivale al 2.32% de todos los agentes que hay en las calles.
Sin policías, militares no se irán
María Elena Morera advirtió que mientras no se atienda de fondo el problema de la certificación y profesionalización de las corporaciones de policía el problema de la seguridad no se va a resolver en el país y los militares continuarán en las calles.
“Está bien discutir la ley de Seguridad Interna para regular lo de los soldados pero lo indispensable es el tema de la Ley de Seguridad Pública, de definir el modelo de policías. Aquí parece que solo se actúa por el tema de coyuntura pero no se buscan soluciones de fondo. Más de 200 organizaciones ya hicimos el llamado al gobierno para que se ponga atención en esto” dijo.
De acuerdo con Morera es necesario que se establezca en el país un proceso de certificación institucional para la policía, es decir que no solo se revise a los policías en particular sino a las instituciones en su conjunto,
“Urge una certificación institucional, es decir, que se certifique si la dependencia también es confiable para los policías y los mexicanos porque si la institución no da chalecos a los elementos, no da una profesionalización y una carrera policial bueno entonces la institución tampoco es confiable y muchas veces el desempeño del policía depende de eso”, dijo.