“Por sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y coraje en nuestro tiempo”, la escritora bielorrusa Svetlana Alexievich es reconocida este año con el premio Nobel de Literatura. El anuncio fue hecho la mañana de este jueves por la Academia Sueca.
Criticada por el gobierno bielorruso, la escritora y periodista se ha encargado, a lo largo de su carrera, de retratar la realidad y el drama de la población de la antigua URSS. También se ha ocupado de describir en sus textos la guerra de Afganistán y diversos conflictos de la actualidad.
La academia nunca había elegido a un ganador por su trabajo periodístico (Gabriel García Márquez fue periodista antes de escribir sus novelas). Anteriormente se había pensado en el polaco Ryszard Kapuscinski y posiblemente se lo habrían dado si no hubiese muerto en 2007.
Nacida el 31 de mayo de 1948 en el pueblo ucraniano de Ivano-Frankivs, después de concluir sus estudios en periodismo en la Universidad de Minsk, Alexievich también se desempeñó como maestra. En sus obras recurre a un extraordinario método basado en un collage compuesto cuidadosamente por varias voces. Destaca su profundidad para la comprensión de las consecuencias de la catástrofe nuclear de Chernobyl, el cual es el tema principal de su obra Černobyl’skaja molitva (Voices from Chernobyl – Chronicle of the Future).
Otras de sus novelas son Cinkovye mal’čiki (Zinky Boys – Soviet voices from a forgotten war), el cual es un retrato de la guerra de la Unión Soviética en Afganistán. También destaca su trabajo Vremja second chènd (“Second-hand Time: The Demise of the Red (Wo)man”).
Entre las influencias que se reflejan en la obra de Alexievich están las notas de la enfermera y escritora Sofia Fedorchenko; las experiencias de los soldados de la Primera Guerra Mundial, y los informes de la Segunda Guerra Mundial del autor bielorruso Ales Adamovich.
A causa de su crítica al régimen, Alexievich ha vivido periódicamente en el extranjero, en Italia, Francia, Alemania y Suecia, entre otros lugares.