La neuróloga María Karina Vélez Jiménez advirtió que alrededor del 16 por ciento de los mexicanos sufren migraña, agregando que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el treinta por ciento de la población entre los 18 y 65 años ha padecido dicho malestar.
La migraña es un agudo dolor de cabeza; generalmente dura más de cuatro horas, comúnmente es unilateral y suele acompañarse de náuseas, molestia a la luz y al ruido, explica la especialista.
Vélez Jiménez es integrante de la Sociedad Internacional de Cefaleas, y aclaró que ‘no siempre tiene todas las características y no siempre las crisis de migraña son iguales’; de igual forma, ‘no hay ningún marcador de laboratorio, imagenología que nos ofrezca el diagnóstico’:
Es importante destacar que no existen dolores de cabeza ‘normales’; la migraña es un dolor de cabeza generalmente agudo, con una intensidad entre cinco y 10 de acuerdo con la Migraine Disabiliy Assesment (MIDAS), (escala de dolor), que evita que los pacientes realicen actividades cotidianas..
Entre los elementos que detonan la migraña, están: tener un ayuno prolongado, ciertos olores, no dormir las ocho horas recomendadas por los especialistas, o el estrés (que es el factor más común) y que empodera la crisis del padecimiento; además de motivos hereditarios y la hiperexcitabilidad cerebral que presenta cada paciente en mayor o menor medida.
Y aunque las causas varían de persona a persona, algunos alimentos y bebidas como el chocolate, el vino tinto, embutidos y uso desmedido de analgésicos pueden desencadenar una crisis.
La migraña causa discapacidad en las actividades ya que al realizar algún esfuerzo físico o mental el dolor puede incrementarse”.
Recomendó que ante cualquier sospecha de migraña (como cualquier otro padecimiento), es sumamente importante crear una bitácora en la que se registre la tendencia y reincidencia de dolores de cabeza, acudir al médico, para, en este sentido, obtener el tratamiento único e individual que cada paciente necesita.
La migraña no se puede curar, pero podemos evitar que sus crisis de migrañas sean menos frecuentes, intensas y respondan adecuadamente a los analgésicos específicos para que las personas puedan retomar sus actividades en el trabajo, sociales, recreativas y personales”, mencionó.
Vélez Jiménez dijo que el hecho de padecer migraña no exime a las personas de poder disminuir su presencia y mejorar su calidad de vida, siempre y cuando se acuda al neurólogo y se lleve un tratamiento específico; además, el atacar oportunamente al padecimiento, aumenta las posibilidades de que se ataque a la migraña con los fármacos indicados que, singularmente, cada paciente necesita.