Por Jesús Ruiz Gámez
Comentamos aquí hace unas semanas que los devastadores efectos en la economía familiar y empresarial que nos dejará el coronavirus, podrían llegar a ser peores que la mortandad humana y de empresas que en estos momentos ya resiente todo el país al paso de la pandemia.
Por esa razón es que, a querer y no, ya se está dando el debate de hasta cuándo habrá que esperar para buscar la reactivación económica con la reapertura de las empresas hoy cerradas por disposición de gobierno, con todo y el riesgo de más contagios y más muertes.
Se trata de una disyuntiva en que, obviamente, se trataría de escoger entre dos males y es una decisión que tarde o temprano tendrá que tomar la gobernadora Claudia Pavlovich, en el caso de Sonora, al igual que lo deberán hacer muchos gobernadores.
Ayer, el presidente de la industria maquiladora en Sonora, Gerardo Vázquez, advertía que si no se alcanza pronto la reactivación de la economía, se perderán miles de empleos sólo en ese sector.
Hasta el momento ya son cerca de dos mil empleados los despedidos en esa industria y la derrama económica perdida en unas semanas suma decenas de millones de dólares.
Vázquez, evidentemente, es de los que piensa que las empresas deben reabrirse ya, pues hace hincapié en el riesgo de la fuga de empresas hacia otros estados como Coahuila, donde sí están permitiendo que las maquiladoras trabajen.
De hecho el presidente de INDEX le pone número a ese riesgo, pues calcula que se podrían llevar unos cinco mil empleos si no hay flexibilidad de las autoridades locales.
Aunque sea de momento, la posición de la autoridad estatal es clara, pues el secretario del Trabajo del Estado, Horacio Valenzuela, informaba que ha hecho uso de su autoridad para cerrar cuando menos 100 empresas que no habían obedecido la disposición del paro de actividades.
Es decir que, en este momento, el gobierno de Claudia Pavlovich está en la franca posición de preservar vidas y la salud pública, aunque tomando decisiones para paliar los efectos sobre la economía.
Valenzuela parece consciente de que, con cada día que pasa, el gobierno estatal estará cada vez más presionado para decidir el momento en que pudieran regresar algunas empresas a la actividad sin poner en riesgo a los trabajadores, lo cual se ve difícil.
EL SHOW NO DEBE PARAR
Los diputados Filemón Ortega, Diana Platt, Carlos Navarrete y Miroslava Luján, todos de Morena, dicen que quieren conocer los detalles de las estrategias que implemente la Secretaría de Salud y en especial que les informen el uso que se dará a los recursos reasignados para ello.
Preguntas: ¿En qué influirá para bien de la estrategia que los diputados conozcan algunos detalles de la misma? ¿No sería mejor que solicitaran un informe y así no distraen a los funcionarios con politiquerías? ¿No supieron los diputados para qué se votó la reasignación de más de 500 millones de pesos del crédito autorizado por el propio congreso?
Espero que desistan de tan pernicioso protagonismo.
SUMA INCONGRUENCIA
Por cierto, cuentan que desde ayer a los diputados de Morena les entró un especial sentimiento de apuro por legislar, pues a Sonora ya estaría por llegar o ya llegó, para su aprobación en la legislatura local, la reforma constitucional que dará pie a la tan criticada amnistía con que el gobierno federal quiere liberar a miles de presidiarios.
Es de señalar la suma incongruencia de los diputados de Morena, porque han sido ellos los que se han opuesto a legislar incluso en temas tan delicados y urgentes para la población como son las modificaciones al presupuesto para facilitar diversos apoyos, entre otros temas.
No será de sorprender entonces que hoy amanezcan los morenistas haciendo un “urgente” llamado para que se convoque al pleno legislativo, solamente para avalar una reforma que nadie ha pedido y que la mayoría de la sociedad rechaza.
Claro, queda por ver si el resto de las fuerzas políticas optan por dar a los morenistas una sopa de su propio chocolate y se niegan a citar a sesión para aprobar la liberación de criminales… Hoy seguramente se sabrá.
AMLO, DE REMATE
Ayer el presidente López Obrador nuevamente dio la razón a todos aquellos que le aplican la charra del loco que iba conduciendo por la carretera quejándose de que todos los demás iban en sentido contrario, cuando en realidad era él quien conducía por el carril equivocado.
El presidente se puso de nuevo el traje que más le gusta, el de víctima, quejándose en su conferencia de que sólo defienden su proyecto tres o cuatro de los pocos “buenos periodistas” que, según él, quedan en México (entre los cuales citó a Federico Arreola y a Jorge Zepeda Paterson), quedando así en la posición de ese mismo loco que iba encarrerado en sentido contrario.
Pero AMLO dice que ese es un tema que no le preocupa, aunque se ocupa del mismo casi a diario, porque el “buen periodismo” es el que está en el pueblo ¡¡a través de las redes sociales!!
Luego, en otra de esas profundas contradicciones que le caracterizan, el presidente juzga que los “buenos periodistas” son los que se mantienen lejos del poder… pero no los que critican los excesos de su poder.
Por eso es que el presidente piensa que sólo existe buen periodismo si defiende su proyecto y es mal periodismo aquel que señala la necesidad de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, porque el Mandatario se dijo convencido de que en realidad son plumas pagadas por los grandes empresarios “para beneficiar a los de arriba”.
El presidente se quejaba además de que no se escribiera sobre el caso de Genaro García Luna (el ex secretario de Seguridad actualmente juzgado en Estados Unidos), lo cual es absolutamente falso, pues hasta libros han escrito periodistas sobre el tema, pero además como si su gobierno hubiera hecho algo para detener al ex funcionario acusado de complicidades con el narcotráfico.
Y ya desatado, el Mandatario entró a un terreno pantanoso, al señalar que en el juicio que se sigue a García Luna en Estados Unidos, también se debería llamar a declarar a agencias como la DEA y otras por supuestas complicidades en operativos como el “Rápido y furioso”, una declaración muy delicada en labios de un Presidente de la República.
Total, ayer AMLO estuvo de remate en su conferencia mañanera, quejándose de que ya no quedan buenos periodistas ¡¡enfrente de los periodistas que lo cubren todas las mañanas, una mayoría de los cuales son sus incondicionales!!