*ELIMINACIÓN DE FIDEICOMISOS: EL REGRESO A LA DICTADURA PERFECTA
*ORACIONES POR JUAN PEDRO ROBLES
Por Jesús Ruiz Gámez
En la película La ley de Herodes, la célebre sátira sobre el sistema político mexicano filmada a finales del siglo pasado, el personaje central es un político de bajo nivel, administrador de un basurero, que es enviado como presidente municipal a un pueblo en extrema pobreza, donde muestra cómo el poder puede volver locos y corromper a los seres humanos.
La trama se ambienta en los tiempos del más rancio cacicazgo político priista de mediados del siglo anterior, cuando el personaje de Juan Vargas “Varguitas” sufre esa metamorfosis que lo lleva de ser idealista a corrupto y asesino, conforme se va descubriendo él mismo capaz de llevar a su máxima expresión aquello de “el que no transa no avanza”, hasta que escapa de un intento de linchamiento por parte de un pueblo harto, que ya había linchado a su antecesor.
Muchas escenas de la película han sido rememoradas en incontables ocasiones, entre ellas cuando el jefe político le festeja a Varguitas que haya cambiado la Constitución a su antojo para expoliar a todos los habitantes de “San Pedro de los Sahuaros” y luego para perpetuarse en el poder.
Varguitas cambiaba a conveniencia la Carta Magna, como ahora lo hace el presidente López Obrador, quien acaba de dar otro ejemplo de ello al advertir que mandaría reformar la Constitución si los ministros de la Suprema Corte no le aprobaban su solicitud para la consulta sobre los ex presidentes, con todo y que la consideraran inconstitucional.
Es decir, si a López Obrador no le acomoda la ley, pues entonces hay que cambiarla para hacer legal lo ilegal.
Claro, ayer mismo los ministros de la Corte decidieron darle curso a la solicitud del Presidente autorizando la dichosa consulta, aunque descafeinada al máximo con el cambio a la pregunta que queda en términos realmente ridículos, aunque quizás acorde a una consulta igualmente ridícula.
Obviamente el cambio de la pregunta será rechazado por López Obrador y a ver de qué manera hace ver ahora su coraje.
Lo cierto es que, si la consulta llega a hacerse, pues todo dependerá del resultado de las próximas elecciones, previamente se montará un circo propagandístico que López Obrador quiere sin importar el costo de miles de millones de pesos, ya que se tiene que volver a montar en agosto de 2021 la estructura que se usará para recibir los votos en la elección de junio.
Se trata de un capricho, de una jugada electorera que sería de altísimo costo cuando estaremos en las peores etapas de la crisis económica que ya deja millones de nuevos pobres en el País.
Claro, a la moda de todos los gobiernos, si el problema es de dinero, no es problema.
Y si se trata de conservar el poder, lo que cueste.
¿Terminará “Varguitas” López Obrador políticamente linchado por el pueblo bueno que dice tanto amar?
La película de la 4T todavía no llega a la mitad.
ELIMINACIÓN DE FIDEICOMISOS: EL REGRESO A LA DICTADURA PERFECTA
Los instrumentos para reprimir las manifestaciones artísticas con tintes de crítica política, eran el manejo centralista del dinero (se tenía que gestionar en “el partido” o directamente con poderosos burócratas para conseguir financiamiento público), así como la prohibición para el patrocinio privado de producciones independientes.
En resumen, se hacía lo que el régimen quería y muy escasamente el pueblo tenía acceso al tipo de producciones críticas hacia el gobierno que hoy vemos como cosa común.
Para lograr esos márgenes de libertad, las organizaciones civiles presionaron hasta lograr que los gobiernos implementaran instrumentos para sacar de la esfera burocrática las decisiones sobre las manifestaciones artísticas, así como los recursos para la investigación científica y la producción literaria, entre otros.
Entre esos instrumentos estuvo la creación de fideicomisos, los cuales con todo y sus defectos sirvieron precisamente para minimizar los criterios politiqueros en el financiamiento a los artistas y sus promotores.
Para que quede claro, la desaparición de los fideicomisos que está a punto de culminar el gobierno morenista, sí es para sacar el dinero que dé oxígeno al gobierno de López Obrador que va en picada a la crisis financiera, pero también conlleva el interés de regresar a aquellos tiempos en que todo se decidía en el gobierno central.
Y en un gobierno como el de López Obrador, que quiere obediencia ciega y tan intolerante a la crítica, la desaparición de los fideicomisos es un paso directo hacia ese ominoso pasado.
Por eso es que artistas como Gael García y muchos más, quienes como destacados influencers ayudaron con su abierto apoyo al triunfo de López Obrador, con la desaparición de los fideicomisos por fin le vieron las orejas al lobo,
Y es que a ellos les está quedando claro que vamos de regreso a los tiempos en que era impensable e imposible la producción de películas como La ley de Herodes o El Infierno, en las que con plena libertad se criticaba al PRI y al PAN.
La producción crítica que se logró con tanto esfuerzo sin duda impulsó el voto en contra del PRI-AN, sin pensar que así le hicieron la chamba a quienes añoraban ese pasado.
ORACIONES POR JUAN PEDRO ROBLES
No basta el ‘wahtsapp’ ni las llamadas en estos casos.
Juan Pedro Robles García goza de mi estima desde hace muchos años; más de 30 estoy seguro, aunque le conozco de muchos años más atrás por esa afortunada coincidencia de amigos mutuos con que la vida suele darnos nuevos amigos.
Estoy seguro que entre los que leen esto hay quienes le conocen más en su faceta de eficaz operador político y de comunicación, así como por su cercanía y amistad desde la niñez con Ernesto Gándara Camou y muchos más que crecieron en el Centenario, por allí en los alrededores de la Catedral.
Pero yo le conozco y lo valoro como persona; porque han sido muchas las charlas, café de por medio, de esas en las que se pasa de los temas del trabajo a los de la intimidad, que es cuando uno verdaderamente puede hacer juicios sobre las personas.
Yo valoro a Juan Pedro porque es un amoroso y fiel padre de familia; porque sé que ha estado allí cerca de amigos y sus más cercanos colaboradores cuando lo han requerido; eso me basta para apreciarlo y mortificarme ahora que, hospitalizado, lucha por salir de esta maldita enfermedad.
Quise escribir esto como otra forma de decirle a su querida esposa Ana Dolores que muchos rezamos por la salud de Juan Pedro y su familia; y para pedir a ustedes que nos hagan el favor de rezar por él y por todos los que sufren la enfermedad.
Por último, recurro a lo que une a nuestras familias: la creencia y fe en Nuestra Santa, Gloriosa y Bendita Virgen María.
¡Ruega por él, Santa Madre de Dios!