Con la nueva ley, 119-FZ, cada ciudadano ruso, mayor de edad, podrá disponer de una hectárea de tierra. Aunque para quedarse deberá explotarla de forma productiva.
“Son territorios muy diferentes entre sí. Lo único que tienen en común es que son parte de una zona inmensa que tiene muy poca gente”, le explicó a BBC Mundo el periodista Jan Leder.
“Muchos en el extranjero creen la zona que es parte de Siberia, pero está todavía más lejos que Siberia: es básicamente todo aquello que se extiende al este del lago Baikal”, aclaró.
Se trata de más de seis millones de kilómetros cuadrados, que actualmente pertenecen al Estado, atravesados por cuatro husos horarios diferentes y con una enorme variedad de climas; mientras “En el sur domina la taiga, con sus bosques inmensos, y en el norte la tundra, donde no crecen árboles en el permafrost”, cuenta Leder.
Con esta iniciativa las autoridades rusas esperan que la población se multiplique por seis en esa extensas y remotas zonas, pasando de 6,4 a 36 millones de personas. En este proceso de colonización además de obtener tierras, no tendrán que pagar alquiler ni impuestos durante un período de cinco años.
Si después de ese lapso de tiempo los colonos pueden demostrar que le han dado un uso productivo a la tierra, el Gobierno ruso les otorgará el título de propiedad.
Con información de la BBC.